domingo, 29 de enero de 2012

LIBROS PARA PRIMEROS LECTORES (0-2 AÑOS) - 4 (IV EN OLISSIPO)

En este mundo de la LIJ muchos de los mediadores entre el libro y el niño (o bebé) gustan de poner para qué edad se pensó, se debe utilizar o leer un libro, para que años con el símbolo “+” es aconsejable acercarse a sus páginas. Así que de repente nos vemos con recomendaciones para “+ de 3 años” por parte de editoriales, aprendices de críticos en revistas y diarios, maestros, planes nacionales de lectura y otras hierbas literarias que florecen en catálogos y “cánones” varios. 

(Paréntesis: ¿Se han fijado ustedes en que cuando quieren saber alguna cosa de un libro nuevo o editado recientemente CASI TODOS LOS QUE LO COMENTAN DICEN LO MISMO, EXACTAMENTE LO MISMO? Que lo que envía la editorial en su información se repite invariablemente en blogs, foros, lugares que venden libros, bibliotecas y otras páginas web? Hagan la prueba)

La cuarta selección de libros para primeros lectores quiere rescatar esos libros que dicen son para mayores de tres años, pero que funcionan y son leídos por los que se acercan a los dos años. Mi hija con año y medio recorría autónomamente las páginas de Todo un mundo, disfrutando de cada ilustración y de su imaginación aplicada a unas imágenes pluridisciplinares, en un libro que se recomienda para niños tres años mayores que ella. Lo mismo ocurre con los bostezos de Tse-Tsé o las 54 páginas de Maisy, llenas de conceptos que alguien con dieciocho meses no debiera conocer.

Lo dicho: LIBROS PARA ESOS PRIMEROS LECTORES ENTRE UNO Y DOS AÑOS QUE OTROS EN ESTE MUNDO DE LA LITERAHARTURA DICEN QUE SON PARA MAYORES DE TRES. Disfrútenlos.


Todo un mundo
Autores: Katy Couprie - Antonin Louchard.
Ilustradores: Varios.
256 páginas. 16 x 16 cm. Anaya. Octubre 2003.

Hay obras que no son libros de poesía para niños, ni tampoco álbumes ilustrados, ni siquiera cuentos o relatos con historia… hay libros inclasificables, pero que tienen un poco de todo: aliento poético, imágenes relacionadas, una invitación a la lectura narrativa. Todo un mundo hace honor al título; un libro sin texto, con pequeño formato cuadrado y abundantes páginas, que mezcla toda una amplia variedad de estilos e imágenes: radiografías, papel maché, dibujos, pintura, fotos de objetos y  de personas. Se pasa de una imagen a otra por asociación de ideas: desayuno-biberón-leche-vaca… para hacer pensar el hilo conductor, la idea que los atraviesa. Un juego que atrapa, que hace soñar y reflexionar a la vez.

Una obra que parece un diccionario de imágenes pero acaba siendo una atrevida apuesta gráfica de dos autores franceses para pequeños lectores, quienes entienden mejor que los adultos muchas cosas que se les presentan. No en vano el universo del libro es la vida cotidiana, la naturaleza, la ciudad, los animales, la familia: el mundo que está descubriendo el niño. Un álbum con epílogo para padres.

Tse-Tsé
Autor: Frederique Bertrand y otros.
Ilustrador: Frederique Bertrand y otros.
32 páginas. 17 x 17 cm. Fondo Cultura Económica. Enero 2000.

Cuatro ilustradores y diseñadores gráficos franceses se pusieron hace doce años a inventar un álbum colectivo lleno de bostezos. Era un juego con destinatarios infantiles que una vez terminado resultó un seductor libro para todos los públicos, incluidos bebés.

Una obra con unas instrucciones previas: “Vamos a jugar un juego. Quien no bostece durante todo el libro le gana a la mosca tse-tsé. Advertencia: este libro puede provocar algunos fenómenos de somnolencia y amodorramientos”. Luego vienen treinta y dos páginas sin palabras llenas de bostezos, de todas las formas y colores, con varios hilos conductores que pueden seguirse o simplemente imaginarse. Existe una banda de música desperdigada por las páginas, con bostezos importantes, que se junta en un gran bostezo final. En medio, guiños humorísticos, ilustraciones sobre materiales previos como cuadernos o billetes de tren, invitaciones a mirar todos los rincones de páginas que incitan al sueño. Libro todo juego y sonrisa, donde la famosa mosca tse-tsé es un recurso burlón más.

Con amor de bebé
Autor: William Lach.
Ilustradora: Mary Cassatt.
44 páginas. 22 x 22 cm. Serrés. Noviembre 2005

Cuando Mary Cassatt (1844-1926) convivía con los impresionistas franceses en el París de finales del siglo XIX no se imaginaba que sus cuadros acabarían siendo el centro de un libro para primeros lectores, para bebés. Dieciséis de sus obras -cuadros, grabados y pasteles- conforman una obra que es una hermosa muestra de las relaciones entre madre e hijo, donde cada gesto, cada detalle, desborda ternura. Un libro para que los casi bebés perciban cuanto antes otras estéticas, para que su ojo empiece a descifrar imágenes artísticas. 

Un álbum que se completa con breves textos de William Lach, donde se explicita lo que los bebés realizan: duermen, aplauden, beben leche, leen, observan… Un libro para mirar, para jugar con un bebé atento en brazos. Así, de este modo, este asimila que el arte puede sentirse desde la cuna, arte realizado por una gran impresionista norteamericana que nos sorprende con su mirada materna desde la portada.

El trapito feliz
Autor: Tony Ross
Ilustraciones: Tony Ross.
24 páginas. 20,5 x 24 cm. Fondo Cultura Económica. Enero 1994.

Hay muchos libros que cuentan dos historias, pero pocos lo hacen partiendo de portadas contrapuestas. Uno solo está pensado para primeros lectores y es obra del autor e ilustrador inglés Tony Ross (Londres, 1938), que siempre introduce el  juego y el humor en sus obras.

Dos historias en torno a un trapo que confluyen en una doble página central cuyo contenido no conviene desvelar: son dos finales en uno. Los comienzos son las andanzas de Pablo, niño de pocos años, disfrutando con su trapo convertido en nave espacial o barco pirata, y las aventuras de Lucy, niña para la que su trapo es la piel de un oso que recorre su casa. Álbum con dos portadas y muchos juegos en su interior, desde la lectura de las divertidas imágenes de sus personajes hasta cualquier otra imaginación de lo que se puede hacer con un trapo. Un libro que necesita mediador para despertar la creatividad del pequeño lector.

Tener un patito es útil - Tener un nene es útil
Autora: Isol.
Ilustradora: Isol.
34 páginas. 16 x 15 cm. Fondo Cultura Económica. Enero 2007.

Tener un pato puede ser muy útil, pero más útil puede ser conocer el punto de vista del pato sobre el pretendido dueño, un nene casi sin años. Este es el juego que propone la argentina Isol (Buenos Aires, 1972) en un libro que es un objeto: un acordeón de casi tres metros de largo, con diecisiete láminas a cada lado, una cara amarilla dedicada a cómo ve un niño lo que puede hacer con su pato y una cara azul donde el pato es el que opina sobre sus actividades con el nene: “Luego lo dejo en la tina” diría el niño frente a “Luego nado un poco” que diría el pato.

Todo empieza cuando “Me encontré un patito y lo agarré” y sigue con la misma historia contada en dos versiones. Un libro-juego que quiere ser un libro conceptual y hacer pensar a los pequeños de la casa, que disfrutan simplemente desplegando el libro, siguiendo las peripecias de la pareja  “pato-nene” e imaginando lo que harían ellos.

Pipí Caca
Autora: Stephanie Blake.
Ilustradora: Stephanie Blake.
40 páginas. 28 x 23 cm. Corimbo. Febrero 2006.

“Había una vez un conejito que solo sabía decir una cosa: Pipí Caca” es el comienzo de un cuento donde las palabras más usadas por los niños pequeños se repiten hasta la sorpresa final. En medio, un lobo se come al conejito Simón que logra salvarse gracias a su insistencia verbal. 
Una historia llena de humor en la que los pequeños lectores se ríen solo con oír las palabras mágicas, “Caca Boudin” en el original francés, “Caca de vaca” o “Flor de caca” en otras traducciones. La autora (Estados Unidos, 1968) logra crear un personaje con breves trazos, jugando con los contrastes y los colores, con los fondos y las tipografías: a un inmaculadamente blanco Simón le rodean siempre vivos colores. Un personaje que sintoniza con el niño que no come, tiene piojos o no para de juguetear y que sonríe con sus dos dientes desde la portada del libro. Un álbum para que los más pequeños empiecen a jugar con todo tipo de palabras, siempre con humor.


Maisy grande, Maisy pequeña
Autora: Lucy Cousins.
Ilustradora: Lucy Cousins.
54 páginas. 25 x 25 cm. Serrés. Julio 2007.

Un libro que tiene como título dos opuestos, parece que puede hablar de conceptos muy separados entre sí. Esto es lo que hace una de las ratitas que pululan por las bibliotecas de los más pequeños. Una rata blanca, con seis pelos en los bigotes, pero con pequeños toques crema en las patas, orejas, cola y nariz. Una rata que nació en 1990 de la mano de la autora inglesa Lucy Cousins (Reading, 1962) y que como otros roedores más ilustres alcanzó éxito televisivo. Lucy se inspira en anécdotas de la vida de sus cuatro hijos como pequeños argumentos para sus álbumes.

Calor y frío, contenta y triste, dentro y fuera, grueso y fino, alto y bajo, joven y viejo, ondulado y liso, son algunas de las numerosas oposiciones explicadas con juguetes, animales y Maisy. Una tipografía metida dentro de los dibujos hace más atrayente el álbum, que acaba siendo un acompañante para momentos de placer. Maisy y sus libros despiertan en los más pequeños la curiosidad y las ganas de saber.

Juan y Tolola - Opuestos
Autora: Lauren Child.
Ilustradora: Lauren Child.
12 páginas. 22 x 24 cm. Serrés. Agosto 2007.

Lauren Child (Malborough, 1967) es una de las autoras inglesas más conocidas en el mundo por sus personajes de Charlie y Lola, pensados primero como libros y serie de televisión después. Charlie es Juan y Lola es Tolola , dos hermanos de siete y cuatro años que viven juntos pequeñas aventuras. Tolola es pequeña -“No soy grande en absoluto” “Todavía no soy mayor”- y divertida. Juan es más serio e imaginativo.

Sus libros están llenos de un despliegue gráfico magnífico -dibujos, fotos, tipografías que suben, bajan y se retuercen, fondos todos diferentes, brillos- junto a unas figuras de trazos rápidos y aparentemente sencillos. Libros para ver y jugar con las imágenes y sorprenderse en cada página con los colores y las formas, aprendiendo  los opuestos de forma visual. Álbum en cartoné, sencillo pero inteligente, con los primeros conceptos infantiles expuestos sin casi explicaciones. Una forma agradable de aprender y de disfrutar de un libro lleno de ocurrencias.

1 comentario:

  1. Conozco cuatro gatos negros flacos a los que les sería muy útil tener un patito ;P

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