sábado, 3 de diciembre de 2011

ULISES WENSELL, EL ILUSTRADOR DE LA SENSIBILIDAD

Ulises en Santander, mi  ciudad
El pasado martes 29 de noviembre falleció en Madrid Ulises Wensell. Las noticias que iban llegando de su entorno anticipaban el desenlace y desde la distancia, como a tantos seres queridos, se siente su pérdida. Era una persona sensible y volcada en su trabajo.
Nacido en Madrid el 20 de octubre de 1945, se recibió de Ingeniero Técnico Químico al mismo tiempo que ejercía la pintura y la ilustración. En 1970 publicó su primer libro y se cuentan por varios centenares sus referencias bibliográficas, con publicaciones periódicas en España, Francia y Alemania, y traducciones en una veintena de idiomas. Premiado dentro y fuera de las fronteras españolas, tuvo en 1988 el mejor escaparate del mundo para su obra en el 25º aniversario de la Feria de Bolonia (Italia). Veinte años después fue el candidato español al premio Andersen, que no consiguió a pesar de buenas recomendaciones en varios idiomas. Quizás no convencieron sus palabras de presentación: “Dedicarse a ilustrar es algo así como aventurarse a entrar en un torbellino de distintos temas, distintos objetivos, intereses, ambientes, paisajes, épocas, vestimentas, situaciones, sentimientos y emociones”.
Ulises y Gloria Fuertes
Su larga trayectoria como ilustrador empezó con textos escolares –la conocida serie española de Senda- para pasar rápidamente a dibujar historias de todos los colores, pues tanto se aventuraba con una Caperucita como con un clásico ruso, con un libro de un amigo como con una petición de las editoriales que más le publicaron: la francesa Bayard y la alemana Ravensburger Buchverl. Ilustró libros de Gloria Fuertes que han quedado como clásicos y se aventuró a ilustrar los cuentos que su mujer Paloma Martínez le iba escribiendo. Puso imágenes a los cuentos de Fernando Alonso lo mismo que a Perrault o Antoniorrobles. Publicado también en Argentina, tuvo a María Elena Walsh como traductora en los años ochenta de algunos libros suyos editados en Francia.
Caperucita y un lobo
Pionero en los años setenta en España, sus trabajos para editoriales como Alfaguara, Altea, Miñón o Escuela Española, eran un prodigio de saber captar lo esencial de un texto, sea la vida triste de un hombrecito vestido de gris (Alfaguara, 1978) como la algarabía de Coleta, poeta y payasa (Miñón, 1982-1983). La sensibilidad estaba en los rostros de sus personajes que expresaban más que muchas palabras de escritores suecos, franceses o españoles, a los que ponía color y vida. Él decía que “hay que ilustrar el miedo, la soledad, la amistad, la alegría, la tristeza, el afecto, el brillo de la luz en el agua, la amenaza de una figura que aparece entre la niebla... Cosas así”.
En el año 2008 mi revista –Peonza- le hizo la que puede ser su última entrevista (1), en la que reflexionaba sobre casi cuarenta años de trabajo como ilustrador. Rescato como homenaje algunas de sus palabras (2):
* “He tenido la suerte de poder trabajar haciendo lo que me gusta y he ilustrado, con mayor o menor fortuna, con aciertos y errores, pero siempre con cariño, muchos libros para niños”.
* ¿Cómo ves tu trayectoria? “No podría describir mi trayectoria como una línea recta, sino más bien como una espiral en torno a un mismo centro de interés; he ido abandonando y retomando ciertos modos de hacer, ciertas características de estilo, y ciertas técnicas, pero en mis primeros libros ya había algo que sigue estando en los últimos: la intención de expresar y transmitir sentimientos y emociones, tratando de que los personajes dibujados parezcan verosímiles y capaces de experimentarlos en lugar de estilizadas abstracciones gráficas. Creo  que mi misión como ilustrador es conectar con la afectividad infantil y transmitir a los pequeños lo que hacen y sienten los personajes de las historias que ilustro. Me parece que eso facilita la identificación con ellos y que se interesen en seguir la historia narrada”.
* “Para mí cada libro es un mundo”.
* “Mi proceso creativo no ha variado mucho a lo largo del tiempo, pero ahora me interesa más la ambientación y utilizo más el ordenador para hacer bocetos a color. He ilustrado un libro empleando sólo el ordenador, y quedaba bien, pero no quiero volver a hacerlo. Me gusta trabajar con los pinceles y los colores, sobre el papel, y poder tener los originales en las manos. Lo que me preocupa es que ciertos materiales no se mantengan siempre inalterables, como el acrílico o el óleo”.
* “Siempre he intentado transmitir sensaciones, sentimientos y emociones. La alegría de un encuentro, la tristeza, la soledad, el miedo, la amenaza de una figura entre la niebla, un especial brillo de la luz en el agua y, en fin, todo lo que facilite a los niños implicarse emotivamente con lo narrado. También me interesa que los pequeños puedan ver representados los ambientes en los que transcurre la aventura, que no siempre están descritos en el texto o que no podrían imaginar con la simple lectura. A veces eso requiere cierto trabajo previo de documentación, aunque luego no se note, porque mi interpretación visual no resulta, evidentemente, realista o naturalista”.

* “Los animales me parecen tan capaces de expresar sentimientos y emociones como los seres humanos, sean niños o adultos. Y me encanta ilustrar historias en que aparezcan como protagonistas o tengan un papel importante en la narración, sean perros, gatos, patos, osos o elefantes. Creo que lo que los animales aportan a mis ilustraciones es variedad, notas de humor y cierta gracia expresiva y tierna”.
* “Después de tantos años de dedicación profesional sigo deseando crear ilustraciones con cierto encanto que puedan disfrutar los niños”.
Y parece que los niños que le estén viendo en las alturas disfrutarán con sus imágenes (3).

(1) Desde 2008 Ulises Wensell no ha tenido presencia como entrevistado en revistas especializadas. La entrevista anterior, publicada en el año 2005 y hecha en 1998, se puede leer en la revista Babar: http://revistababar.com/wp/?p=213
(2) La totalidad de la entrevista puede leerse en el número 84 de la revista –páginas 51 a 61- y verse sus ilustraciones en la cubierta y en la galería a él dedicada– páginas 101 a 108-. Todo el número puede leerse en: http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371963233494974112257/210312.pdf?incr=1
(3) Un buen número de ilustraciones puede verse en el portal que su amigo Jaime García Padrino realizó para Cervantes Virtual. En sus páginas está todo sobre su obra. Puede verse en: http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/uliseswensell/

viernes, 2 de diciembre de 2011

UN BUEN LIBRO DE AVENTURAS, ¡POR FIN!

Pocos son los libros que pueden destacarse del aluvión de novedades que se publican en la LIJ. Si la novedad es del género fantástico –muy de moda- y de aventuras en el mar, parece que encontrar una novela original, interesante y de calidad es tarea harto difícil. Pero haberlas, haylas y toparse con Camino a Aletheia es un encuentro dichoso.

La novela nos relata la vida de Marion, capitana del velero Ketterpilar, que huyendo de su pasado se encuentra en medio de una lucha entre una papisa tiránica y una logia de amantes de la verdad. La heroína es conocida por sus destrezas marinas, aprendidas durante años de un hombre del que al final se enamora. Marion se encuentra con  Augur, un extraño personaje que habla con los pájaros, y su vida se acelera, yendo de las cumbres al fondo del mar (en un divertido episodio donde habla y vive como lubina), del trato con marineros a las pruebas de valentía e inteligencia que tiene que afrontar en esa isla de la verdad que es Aletheia.

Un libro de aventuras que se mueve en varios planos –intrigas, búsqueda, magia milenaria, lucha del bien y el mal-, siempre con el mar como eje de unión. Un mar donde las virtudes de la protagonista se agigantan y que es el lugar de las tormentas y los misterios. Unos cuantos tiene que resolver Marion y todos esperados con pasión por un lector sorprendido por una novela como las de antes, bien escrita y con gran dominio de la acción, frenética en algunos capítulos. Y sorprende más que sea la primera obra de una autora (La Plata, Argentina, 1978) que apasiona y sabe crear un mundo fantástico que se parece mucho al mundo real, traidor incluido.

Una novela juvenil que la autora piensa continuar en otros libros, alguno ya escrito, en una saga que promete más aventuras y más coincidencias, ahora amorosas.

Camino a Aletheia
Autora: Victoria Bayona
Ilustraciones: Victoria Bayona
Editorial: Norma, Buenos Aires, 2011. $60 (sesenta pesos) (Paréntesis: ¿por qué es tan difícil saber el precio de un libro en Argentina?). 336 páginas.
Para conocer el avance publicitario del libro (y las ilustraciones de la autora) en 40 segundos:
Para conocer un poco a Victoria Bayona: